
Este Príncipe murió después de un largo reinado y dejó un gran número de hijos. Para hacer creer a su pueblo que era inmortal, se esparció la voz que por su propio poder se había dado alas elevándose al cielo. Solamente sus hijos nacidos en el país fueron los únicos que se quedaron allí.
CIUM, sucesor de Naymlap, se casó con una joven llamada SOLZDOÑI, y tuvo en ella y en algunas concubinas, doce hijos, de cada uno de los cuales quedó una descendencia numerosa. Después de un largo reinado se encerró en un subterráneo, donde se dejó morir de hambre, con el fin de ocultar su muerte al pueblo y conservar la creencia de que su raza era inmortal.
FEMPEYEC fue el último príncipe de la dinastía. Él quiso cambiar de sitio al ídolo de Naymlap, colocado en Chot, pero este proyecto le causó la desgracia. Se le pareció el demonio bajo la forma de una bella joven, tratando de seducirle, pero apenas había consumado su crimen comenzó a llover, hecho que jamás se había visto en los llanos. Aquel diluvio duró 30 días y fue seguido de un año de esterilidad y de hambruna. Los sacerdotes y jefes que tuvieron conocimiento de su pecado lo consideraron como la causa de este desastre; se incautaron de su persona y lo arrojaron al mar, atado de pie y manos.
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